El ciudadano alemán y canadiense residente en China, Klaus Pflugbeil, fue condenado a 24 meses de prisión en Estados Unidos por el robo de secretos comerciales de Tesla, relacionados con la fabricación de baterías para vehículos eléctricos.
La sentencia fue anunciada por el Departamento de Justicia estadounidense (DOJ), subrayando la gravedad del delito en una industria clave para la seguridad nacional y la competitividad tecnológica.
Pflugbeil, de 59 años, admitió en junio haber conspirado con su socio, Yilong Shao, para vender los secretos a agentes encubiertos del FBI que se hicieron pasar por empresarios de Long Island. El esquema involucraba el uso ilegal de tecnología propietaria de Tesla para impulsar un negocio competidor con sede en China, con operaciones también en Canadá, Alemania y Brasil.
La condena refleja las implicaciones económicas y estratégicas del robo de propiedad intelectual en sectores de alta tecnología, como la producción de baterías para vehículos eléctricos. Además, resalta los esfuerzos del gobierno estadounidense para proteger la innovación nacional frente a posibles amenazas externas.
Según los documentos judiciales, Tesla adquirió en 2019 una empresa canadiense especializada en bombas dosificadoras y líneas automatizadas de ensamblaje de baterías, lo que permitió a la compañía acceder a tecnología patentada. Pflugbeil y Shao, ex empleados de esta empresa canadiense, aprovecharon su conocimiento interno y documentación para replicar la tecnología bajo una nueva compañía establecida en China.
El esquema salió a la luz cuando los acusados intentaron vender los secretos a agentes encubiertos del FBI, quienes se presentaron como empresarios interesados en la tecnología durante una feria comercial en Las Vegas. Posteriormente, Pflugbeil envió una propuesta comercial a los agentes, la cual contenía información robada, evidenciando su intención de lucrar con los secretos industriales.