Kansai Electric Power anunció este martes que iniciará estudios para construir un nuevo reactor nuclear en su central de Mihama, prefectura de Fukui, al oeste de Japón. Esta decisión marca el primer proyecto concreto de este tipo desde el accidente de Fukushima en 2011, cuando un terremoto y tsunami provocaron la fusión de varios reactores y el cierre forzoso de la planta de Tokyo Electric Power.
La empresa japonesa evaluará la topografía, geología y otros factores técnicos del terreno, además de entablar diálogo con la comunidad local para ganar respaldo. “Teniendo en cuenta los costos, la operación y las regulaciones actuales, el reactor SRZ-1200 de agua ligera avanzada es nuestra opción más realista”, afirmó Hiroaki Kitaura, gerente de la división de energía nuclear de Kansai, durante una conferencia de prensa.
Japón apuesta por la energía nuclear segura y descarbonizada
El Gobierno japonés habría expresado su apoyo a este tipo de proyectos como una vía para reducir la dependencia de combustibles fósiles importados. “Es necesario reconstruir con reactores de próxima generación, bajo la premisa de garantizar la seguridad y contar con el respaldo de la población local”, sostuvo el ministro de Economía, Comercio e Industria, Yoji Muto.
Kansai Electric, que lidera el país en número de reactores en funcionamiento, trabaja en conjunto con Mitsubishi Heavy Industries y otras compañías eléctricas para diseñar el nuevo modelo. Aunque la empresa no reveló el costo estimado, aseguró que financiará la construcción mediante bonos, préstamos y otras alternativas, sin emitir nuevas acciones por ahora.
Una vuelta cuidadosa al desarrollo nuclear
La firma había iniciado un estudio similar en 2010 para reemplazar el reactor número 1 de Mihama, pero suspendió el proyecto tras el desastre de Fukushima. En 2015, Kansai Electric decidió desmantelar los reactores 1 y 2 de esa misma planta.
Actualmente, más de una decena de reactores están activos en Japón, con una capacidad conjunta de unos 12 gigavatios, muy por debajo de los 54 reactores operativos antes de 2011. Muchos están en proceso de renovación para cumplir con las exigentes normas de seguridad adoptadas tras la catástrofe.