Rusia ensayó este martes 29 de octubre el lanzamiento de misiles balísticos intercontinentales y de crucero tanto de emplazamiento terrestre como aéreo y marítimo, a fin de ejercer las fuerzas estratégicas de disuasión nuclear.
El ministro de Defensa, Andréi Beloúsov, informó al "camarada comandante supremo", Vladímir Putin, sobre el cumplimiento de las misiones de lanzamiento de "un golpe nuclear masivo (...) en respuesta a un ataque nuclear enemigo", según un comunicado de Defensa.
Las fuerzas estratégicas lanzaron desde el cosmódromo de Plesetsk al polígono de Kura en la península de Kamchatka, en el Lejano Oriente ruso, un misil Yars, que recorrió unos 6000 kilómetros.
Además, misiles intercontinentales Bulavá y Sineva fueron lanzados desde los submarinos atómicos Kniaz Oleg en el mar de Ojotsk y Novomoskovsk en el mar de Barents.
Este ensayo se realizó por la orden del presidente de Rusia, Vladímir Putin, quien manifestó que "Entrenaremos las acciones de los mandos para controlar el uso de armas nucleares con lanzamientos de misiles balísticos y de crucero".
El presidente ruso subrayó que, "teniendo en cuenta el incremento de las tensiones geopolíticas y la aparición de nuevas amenazas y riesgos externos, es importante contar con fuerzas estratégicas modernas que estén permanente listas para su uso en combate".
Putin destacó que la triada nuclear -misiles intercontinentales, submarinos atómicos y la aviación estratégica- sigue siendo un "garante fiable de la soberanía y seguridad de nuestro país, lo que permite cumplir con las tareas de disuasión estratégica".
Cabe destacar que actualmente están estancadas las negociaciones entre Rusia y Estados Unidos para la firma de un nuevo START, que expira en 2026 y que es el último tratado de desarme estratégico entre ambos superpotencias.