La obra de arte titulada A.I. God, creada por la robot humanoide Ai-Da, ha marcado un hito en el mercado del arte al ser la primera pieza realizada por un robot en venderse por más de un millón de dólares.
La subasta, que se llevó a cabo en la prestigiosa casa Sotheby’s de Londres, resultó en un precio final de 1.08 millones de dólares, una cifra que supera con creces la tasación inicial de 180 000 dólares.
Esta venta se considera un momento crucial dentro de la historia del arte moderno y contemporáneo, resaltando la conexión creciente entre la inteligencia artificial y el arte.
Ai-Da, quien es descrita como “la artista perfecta para discutir los desarrollos actuales de la tecnología y su legado”, según comentó Aidan Meller, creador de la robot, es capaz de generar ideas y expresar sus pensamientos en obras de arte.
La robot “invita a la audiencia a reflexionar sobre la naturaleza divina de la IA y la informática”, aludiendo al sujeto de su obra, el matemático inglés Alan Turing, cuya representación invita a un diálogo sobre las “implicaciones éticas y sociales” de la tecnología avanzada.
Esta pieza de 2,2 metros (7.2 pies) de altura no solo es un retrato de Turing, sino que también se integra en un políptico de cinco paneles que Ai-Da presentó a principios de 2024 en la Cumbre Global AI for Good en Ginebra, según recoge información adicional.
En este evento, su trabajo incluyó también una pintura de Ada Lovelace y un autorretrato, situando su arte dentro de un linaje de pensadores visionarios como Turing y Lovelace. El objetivo era ilustrar cómo las ideas de estos pioneros tecnológicos continúan influyendo en la creatividad humana y la identidad en una sociedad impulsada por la inteligencia artificial.